The Boo Devils vuelven a apostar por el noble arte del rock and roll en su nuevo trabajo discográfico, “It’s Only the End”. Un homenaje al desaparecido componente Joe Gabardo que nos dejó hace un año. Una decena de canciones que supuran rock and roll en todos sus variantes y que nos devuelve a una formación clave de este genero en el panorama nacional. Con Al Navarro conversamos sobre todo las novedades que encierran estos temas que encierran el recuerdo inmortal de Joe Gabardo en su interior.

Portada en riguroso blanco y negro, el título del disco, publicado el 5 de febrero… ¿se trata de un homenaje a vuestro guitarrista, armonicista y compositor Joe Gabardo, fallecido hace un año?

Todo es un homenaje a Joe. El disco, la nueva gira, el nuevo sonido de la banda… él estuvo involucrado hasta el último momento en esta nueva etapa, por eso todo lleva su impronta. Luego, a la hora de decidir el arte del nuevo álbum y el título, pensamos que todo tenía que tener un mensaje muy coherente y claro. Por un lado, todo es espartano y sin rodeos: este álbum no lleva letras, ni fotos, ni adornos. Todo son las canciones. Es lo único que nos interesa. Queríamos que nada distrajese de lo verdaderamente importante, que son las diez canciones que contiene y de las que estamos tremendamente orgullosos. Por otro lado, el nombre del álbum “It’s Only the End” habla de lo efímero y relativo de todas las cosas. No podemos darle tanta importancia a los finales… porque la vida es así. Las cosas cambian. Las bandas, los sonidos, la vida misma está llena de finales que inevitablemente conllevan principios.

¿En ningún momento ha existido el más mínimo atisbo de separación?

Desde que Joe y yo decidimos darle un cambio al sonido de la banda, todo fueron complicadas pruebas que ponían en riesgo la continuidad de la banda. Desmontar pieza a pieza esa máquina casi perfecta que venía siendo The Boo Devils los últimos años era un gran riesgo, lo sabíamos y tomamos la decisión de surfear la ola. Había que encontrar un nuevo sonido que justificara un cambio tan grande, había que encontrar los instrumentos, los músicos, las canciones… lo único que teníamos era el espíritu y la absoluta determinación de entrar en una nueva etapa. Un nuevo testamento creativo que nos pedía el cuerpo a Joe y a mi y que sabíamos que teníamos que seguir, porque siempre hemos hecho caso a nuestro instinto. Pasamos por momentos muy duros, pero estábamos convencidos de que el resultado iba a ser algo muy grande.

El sonido de la banda ha cambiado, por ejemplo, el contrabajo suena en menor medida y existen más arreglos de teclados.

Ha cambiado muchísimo. Hemos cambiado el contrabajo por un bajo. De dos guitarras hemos pasado a una sola guitarra (sin contar mi acústica) y teclado… es lo que necesitaban las nuevas canciones y ellas mandan.

Hay menos rockabilly pero existe un aperturismo sonoro a otros estilos.

Sí, Joe y yo siempre decíamos que The Boo Devils era una banda de rock n´roll. Ahora somos una banda con mucho más Rock que Roll. Así de sencillo.

Aunque sigue existiendo la conexión con el pasado en temas como ‘Selfish Runaway’ y ‘Verbal Sex’.

Claro, el espíritu de la banda es el que es, y eso es algo que orgullosamente llevaremos siempre. En el caso de “Selfish Runaway”, es el principio el que más suena a los antiguos The Boo Devils, luego se va hacia un sonido mucho más Manchester y cercano al brit. Es posiblemente mi canción favorita de todo el álbum. “Verbal Sex” es un tema que está compuesto para sonar a todo volumen en “Jack el Tuerto” aquel bar de carretera misterioso y depravado de la frontera con Canadá que salía en la serie “Twin Peaks”. Todo muy cinematográfico.

¿El cambio de formación puede haber influenciado?

Absolutamente. El cambio de formación responde a lo que necesitaba la nueva etapa creativa del grupo, a unas canciones que Joe y yo imaginábamos de una manera, y que finalmente han resultado siendo como queríamos. Las incorporaciones de Mike Esteve (teclado), Félix (batería), Paco Ruco (bajo) y Álvaro Escribano (Guitarra) han sido las mejores que podíamos haber hecho. La nueva etapa del grupo suena como suena gracias a ellos.

En algunas partes del álbum se viene a la cabeza formaciones como Depeche Mode o The Cult.

Es curioso que lo digas, porque en las conversaciones que tuvimos Joe y yo al respecto, cuando decidimos darle este giro al sonido de The Boo Devils, las dos bandas que más salían de nuestras bocas eran The Cult y Depeche Mode. También había otras y muy dispares, como The Smiths, Sisters of Mercy, Oasis, The Clash, Bowie, T-Rex, The Who y muchas otras, pero esas dos eran las protagonistas. Creo que finalmente no algo que resulte totalmente obvio cuando escuchas el álbum, pero desde luego han estado ahí siempre y ahora nuestro sonido se lleva muy bien con formaciones de ese estilo. Más rock, más postpunk, más oscuro, más glam… así que bien visto, amigo.

Autor: Rafa García-Moreno